Muchas maneras existen de visitar Cuba, están los que lo hacen por un solo día, una semana, hay quienes necesitan más tiempo y se hospedan en un hotel o usan casas de alquiler. Al final todos buscan penetrar la realidad cubana en sus esferas más comunes: contacto humano, cultural, político y natural, no es para menos. Cuba es un país con condiciones muy diferentes. Sin embargo, no todos los que vienen con esa intensión pueden lograrlo, muchos solo se quedan en un primer plano de tabacos, mulatas y ron. Cuba es es mucho más,
Buscar la forma de descubrir Cuba no es fácil: hay quienes les gustan los extremos y la recorren en bicicleta con el sol ardiente en la espalda y el sudor en los ojos, recuerda que Cuba es un eterno verano. Hay quienes prefieren un hotel cinco estrellas en la capital o en alguna playa y disfrutar del mar con todos los recorridos en ómnibus con cortinas y 30 personas más con las que no se hablan. Hay quienes se conforman con verla en videos y creer en todo lo que dicen.
"Lo que te ofrecemos es fusión, es mezcla, es poder estar en la habana del malecón, en la habana histórica de la Plaza de la Revolución"
Sin embargo si ninguna de estas maneras te parece aceptable nosotros somos la solución. Somos el punto medio: somos un recorrido personalizado y hecho a tu medida, por los lugares de interes, por los lugares ocultos, con el contacto humano, con la tierra, con la naturaleza, con el tiempo y la comodidad necesaria.
Lo que te ofrecemos es fusión, es mezcla, es poder estar en la habana del malecón, en la habana histórica de la Plaza de la Revolución o en la habana profunda de Cayo Hueso y disfrutar de un mojito, de la Habana no vista, que te refugies del sol cuando lo desees. Es poder disfrutar de todas las maravillas existentes en un recorrido hacia Trinidad la ciudad detenida en la colonia, o donde la naturaleza se mantiene virgen en Cayo Levisa. Es bañarte en las cascadas refrescantes de Soroa, es visitar Bahía de Cochinos y Playa Girón es escuchar y sentir las historias de ataques y de héroes en Matanzas. Es poder ver los mogotes de Viñales al frente de ti y sentir la pasión de subirlos, fotografiarlos, tocarlos; es estar en el mural de la prehistoria. No es comprar un habano es ver como se hace. Es hablar con el campesino que los hace, es fumártelo con él. Es poder tocar Cuba con la mano. Es entender por qué nuestra cultura está impregnada de bailes. Es conversar con un verdadero cubano. Es experimentar más allá de la línea trazada.